sábado, 10 de agosto de 2024

“La línea introspectiva” El grabado en Antioquia ha marcado su historia

Fotografía: Úrsula Ochoa.

Es todavía alentador leer en esta época las palabras que Paul Valéry escribió sobre los artistas y el grabado: “Os amo, grabadores, y comparto vuestra emoción cuando eleváis a la luz, todavía húmedo y delicadamente tomado con la yema de los dedos, un pequeño rectángulo de papel recién salido de entre los rodillos del tórculo. Esta estampa, este recién nacido, hijo de vuestra paciente paciencia (pues el ser del artista no se puede definir más que por contradicciones), lleva un mínimo de universo, nada, pero esencial, ya que supone el todo de la inteligencia”.

Dicho enunciado inicia el texto del artista, investigador y curador Armando Montoya, quien presentó para el Museo de Antioquia la bellísima exposición histórica “La línea introspectiva. Hacia una historia del grabado en Antioquia”. Esta exposición, que es el resultado de una rigurosa investigación donde fueron revisadas las colecciones del Museo de Antioquia, el Museo Universitario de la Universidad de Antioquia y el Museo de Arte Moderno de Medellín, y que fue complementada con la visita a diferentes talleres, abarca una línea temporal de más de 100 años de grabado en Antioquia trazada en la obra de más de 80 artistas de diferentes épocas. 

La exposición comenzó con grandes maestros impulsores de estas formas de lenguaje gráfico, destacando, por mencionar algunos nombres, a Jorge Cárdenas, Carlos Correa, Ignacio Gómez Jaramillo, y por supuesto Aníbal Gil y el Instituto de Artes Plásticas de la Universidad de Antioquia. Continuó con los años setenta y la llamada Generación Urbana, los años ochenta y noventa, hasta llegar a la época actual.

Vista general de la exposición “La línea introspectiva. Hacia una historia del grabado en Antioquia”, 2024. Cortesía, Museo de Antioquia. 

Aníbal Gil, “La línea introspectiva. Hacia una historia del grabado en Antioquia”, 2024. 

Vista general de la exposición “La línea introspectiva. Hacia una historia del grabado en Antioquia”, 2024. Cortesía, Museo de Antioquia. 

En aquella última sección, hay razones justas para exaltar y aplaudir las diferentes técnicas del grabado que se destacan desde una “gráfica expandida”. La producción más contemporánea continúa cuidando un nivel exquisito en la técnica, y el desarrollo de nuevas ideas, refresca las nociones más elementales del grabado, sin violentarlas ni desvirtuarlas. Como ejemplo, una matriz de esténcil puede ser utilizada para realizar un mural en el contexto del arte urbano, o una suave seda puede superponerse a láminas de aluminio grabadas con fotografías. Una gran pieza de piso nos hablaba de instalación, y hasta pudimos ver la presentación de una performance del Semillero de Gráficas de la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad Nacional.

Por otra parte, me gustaría destacar en esta curaduría la presencia de las mujeres grabadoras. Aunque parezca una “obviedad” que una curaduría histórica incluya a las mujeres artistas en la selección, para algunos curadores o investigadores no lo es tanto. Así, nos hemos deleitado con los trabajos de Gloria Escobar, Ofelia Restrepo, Ángela María Restrepo, Teresa De La Cruz Tobón, Yomaira Posada, Ana Fernández, Laura Montoya, Miriam Londoño, Hilda Piedrahíta, Viviana Pesce, solo por mencionar algunas artistas destacadas. La razón de este comentario radica en que el balance de esta exposición deja un testimonio importante sobre la calidad y la cantidad de obras hechas por mujeres artistas en Antioquia, y cómo este balance no se ve reflejado, paradójicamente, en las esferas del mercado del arte.

Vista general de la exposición “La línea introspectiva. Hacia una historia del grabado en Antioquia”, 2024. Fotografía: Úrsula Ochoa.

 

Vista general de la exposición “La línea introspectiva. Hacia una historia del grabado en Antioquia”, 2024. Fotografía: Úrsula Ochoa. 

Vista general de la exposición “La línea introspectiva. Hacia una historia del grabado en Antioquia”, 2024. Fotografía: Úrsula Ochoa.

Técnica, poética, historia, rigor y un despliegue museográfico coherente y refrescante es lo que nos deja esta importante exposición que deberá quedar como un documento de alto valor para las generaciones de artistas que apenas inician su camino, así como para las generaciones futuras. En los registros de esta exposición, encontrarán un compendio de lo que ha significado la evolución del grabado, un medio tan relevante como antagónico, tan híbrido como tradicional y tan expansivo como único. El grabado, incluso más que el dibujo y la pintura, es el medio que contribuyó a la conformación de una cultura visual moderna, no solo desde el arte, sino desde otros frentes sociales, integrándose tanto en la institución del cubo blanco como, por supuesto, en las calles.

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