viernes, 19 de abril de 2024

DECLARACIÓN DE ARTISTA


¿Qué es, cuál es su función y cómo estructurarla?

Úrsula Ochoa, Del proyecto Royalé, 2013, Fotomontaje. Impresión digital, 20 x 30 cm.


La declaración de artista o statement, es una herramienta que nos permite adentrarnos en los procesos creativos, motivaciones y las ideas que dan forma las obras de un artista. En un sentido más amplio, constituye un elemento clave para comprender y contextualizar el discurso artístico en su totalidad. Un artista sin un statement bien desarrollado, puede caer en la incoherencia y en la falta de comprensión de su propio trabajo.

Cuando un artista comparte su declaración, está ofreciendo una clave para descifrar las capas de significado que pueden estar presentes en su obra. Este acto declarativo no solo enriquece nuestra experiencia como espectadores, sino que también nos invita a reflexionar sobre temas que pueden ser relevantes tanto en el ámbito personal del artista como en el contexto social y cultural en el que se desenvuelve. En ese sentido, la declaración puede abarcar una variedad de aspectos, desde explicaciones técnicas y conceptuales hasta reflexiones filosóficas y emocionales. Al explorar narrativas complementarias de forma y contenido, nos sumergimos en un diálogo con la obra, que va más allá de lo que percibimos a simple vista.

La declaración de artista actúa como un puente entre el mundo del arte y el público en general. Facilita el acceso a obras que de otro modo podrían resultar incomprensibles o distantes, fomentando una mayor participación y apreciación por parte del espectador. Al proporcionar un contexto y una narrativa, ayuda a derribar las barreras percibidas entre el arte y la sociedad, promoviendo la inclusión y el entendimiento de todos los agentes implicados.

Finalmente, la declaración no solo nos ayuda a entender mejor la obra de arte, sino que nos invita a reflexionar sobre nuestra propia percepción y comprensión del arte en general. Nos desafía a cuestionar nuestras suposiciones y prejuicios, a adoptar nuevas perspectivas y profundizar en nuestra conexión con el mundo que nos rodea.

Es una herramienta poderosa que enriquece nuestra experiencia artística y nos inspira a explorar nuevas dimensiones de la creatividad y la expresión humana.

¿Qué debe tener una declaración de artista?

Es importante que la declaración responda a una serie de preguntas específicas que dan claridad al desarrollo de un cuerpo de obra coherente. Las preguntas a continuación no necesitan responderse en este orden, pero sí deben aparecer en alguna parte del texto: 

  1. ¿CUÁL es la BASE o fundamento del trabajo? Es decir, desde qué campos de acción y/o disciplinas se realiza la obra. Esto quiere decir, si es un trabajo que explora la arquitectura, la sociología, la política, la filosofía, la historia, los avances tecnológicos, el espacio doméstico, los roles de género, etc. La obra puede transitar entre uno o varios temas que se relacionan. Hay que tener muy claro el CONTEXTO de partida de la obra, pues este es la base incluso de sus posibles despliegues formales.
Hay casos en los que, la base y el contexto proceden del arte mismo, donde la importancia del trabajo desde la investigación incurre en los materiales, colores, formas y su relación con los espacios de exhibición o emplazamiento, como en el caso de artistas como Sol LeWitt, Robert Ryman, Frank Stella, Sara Morris, Ángela de la Cruz, Katharina Grosse, y otros.

 

2. ¿CÓMO lo desarrolla? Es decir, si es pintura, escultura, instalación, videoarte, performance, o si el trabajo se desarrolla de acuerdo a lo que aplique cada investigación, pues no podemos olvidar que cada MEDIO tiene un mensaje. En esta parte del statement debe tener claridad de los medios que usa en sus obras.

3. ¿PARA QUÉ o cuáles son las intenciones reflexivas de su trabajo? En esta parte se pueden nombrar si hay una intención de catarsis, reflexión social, experimentación creativa, etc.

4. Hay una cuarta pregunta que puede responderse en el statement y es el PORQUÉ de su obra; es decir, qué motivó al artista a trabajar desde esos contextos o forma particular. Esta parte puede incluir anécdotas personales, pero no es fundamental en el statement del trabajo.

Una declaración de artista puede ser utilizada en los siguientes casos:

v   Se debe incluir en el portafolio y página web

v  Un galerista o curador que necesite detalles sobre tu trabajo

v  Un evento como beca o residencia

v  Postularse a estudios de posgrado

v  Para solicitar un puesto docente

v  Para compartirlo con crítico que está escribiendo sobre su trabajo para una revista o catálogo

v  Como una introducción a su trabajo para compradores potenciales de su obra

Además, es crucial que los artistas tengan un buen portafolio y sitio web dónde se pueda acceder a sus trabajos en caso de necesitar información más extensa sobre los procesos o la obra. Las redes sociales son un buen portafolio, pero una web bien elaborada, siempre será mucho más profesional. 


Ejemplo declaración de artista

A través de mi trabajo, reflexiono sobre la relación entre la historia del arte, la participación de la mujer en la cultura, y las representaciones que han impulsado a la sociedad a fundamentarse en un orden patriarcal en relación con los “roles de género”. (CONTEXTO o BASE)

Desde la producción formal, me interesa la pintura como concepto y como medio, la imagen digital basada en fotografías de archivos históricos, y la intervención de objetos, explorando la creación de pinturas, collages, instalaciones, y fotomontajes. Además, he realizado exploraciones performáticas que me permiten enfocar el discurso desde la importancia del cuerpo en la sociedad. (MEDIO o CÓMO)

Con mi propuesta, busco cuestionar algunas bases culturales y sociales donde las mujeres tiene roles específicos, y donde son excluidas o vetadas de otros campos de acción. Así mismo, me interesa hacer visibles a las mujeres que en la historia han sido relegadas, pero que se han destacado en sus campos de acción a pesar de las restricciones sociales. (PARA QUÉ)


Úrsula Ochoa, Del proyecto Royalé, 2013, Imagen digital. Intervención sobre pintura de archivo. 40 x 53 cm.

Si piensas que necesitas de una asesoría o corrección de Statement, puedes contactarme: 

ursula_c.arte8a@outlook.com

@ursula8a



¡GRACIAS POR LEER! 😊




jueves, 21 de marzo de 2024

LA IMAGEN BANALIZADA

Sobre la falta de autocrítica en la producción de las imágenes del arte




El artista, como productor y trabajador sin descanso, olvida algo fundamental a saber, mientras se aturde a sí mismo con pensamientos que divagan entre sus ideales de “fama y estatus”, por un lado, y la esperanza de una “buena fortuna”, por otro. Como si fuera un caballo con blinkers, se desboca por ser el primero en llegar a la meta de la adulación, evadiendo la responsabilidad ética (incluso), sobre la producción de una nueva obra y, por consiguiente, una nueva imagen que saldrá al mundo. Debo advertir que esta responsabilidad está enfocada desde y hacia el arte, y no deviene de moralismos pseudo marxistoides (sic), que incluyen la censura a todo aquello que no se jacte de “comprometerse” con la vida y sus crímenes desde un contexto específicamente político o social; sino, por el contrario, hablo una responsabilidad en el sentido de pensar conscientemente la imagen.
Es decir, después de lo que se llamó desde Hegel como la “muerte” del arte, y que, ya sabemos sobre el filósofo que jamás habló propiamente de una muerte si no de su carácter pretérito, en tanto que el arte en su tiempo adquirió un carácter de “reflexividad” mucho más propio del ámbito filosófico que de la sensibilidad, es necesario que los artistas autoevalúen con verdadero criterio y autocrítica el sentido de sus producciones: ¿Cuál valioso será el aporte que ha de generar esta imagen/objeto para el arte, la sociedad y/o la construcción de una cultura? ¿Es necesaria esta muestra y realmente mi obra tiene un valor que sobrepasa la vanidad personas y el ego? O mejor aún, retomando las preguntas que propuso el artista Luis Camnitzer en su texto Ética y conciencia publicado en la plataforma Esfera Pública:

Esta obra ¿la hice porque verdaderamente necesité hacerla, o porque pienso que se puede vender? ¿Realmente creo en esto, o lo digo porque se espera que lo diga? Con esta otra obra, ¿me estoy repitiendo o estoy contribuyendo algo? ¿Estoy trabajando para los demás o para mi ego y para promoverme? ¿No será presuntuoso que me exprese públicamente? ¿Tengo algo que decir verdaderamente? ¿Me estaré prostituyendo? ¿Esto es una pedantería o algo útil? Con este juicio, ¿estoy construyendo o destruyendo?  Al denunciar algo, ¿estoy denunciando o explotando el dolor ajeno? ¿Por qué yo y no otro?

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jueves, 25 de enero de 2024

¿DONDE ESTÁ ANA MENDIETA? Minimalismo/Feminismo, y la violencia contra las mujeres en el arte.

 

Ben Kinmont, 2011.

El minimalismo significó para el arte moderno uno de los movimientos más radicales del siglo pasado. Fue un movimiento en el cual, sus planteamientos tanto formales como conceptuales se reducían a la ya conocida frase “Menos es más” de Mies van der Rohe. En parte, surgió como una corriente artística en los años 60, de manera reaccionaria frente al expresionismo abstracto que le precedió en las décadas de 1940 y 1950. Por otra parte, a finales de los años 60, apareció un grupo de activistas y artistas mujeres quienes denunciaban la primacía de este movimiento en el arte de ese entonces, un movimiento, según sus palabras, principalmente “intelectualizado” cuyo espíritu solo se interesaba en alcanzar cierta noción de un determinado purismo estético. En este sentido, aquellas mujeres proponían romper con ese silencio y es así como se da inicio a un feminismo contestatario en el mundo del arte, generado principalmente por las tensiones con el arte minimalista.
“Please Sing Along” (1974) es una performance de Nancy Buchanan y Bárbara Smith, que evidencian las tensiones entre estos dos movimientos paradigmáticos.

“Please Sing Along” (1974). 


Ana Mendieta (1948-1985), fue para el arte feminista una de sus figuras más comprometidas con la denuncia hacia la violencia de género. Carl Andre (1935) por su parte, fue un artista y escultor que desarrolló un papel importante dentro del minimalismo. Mendieta conoció a Carl Andre y se casaron el mismo año en que fallecería la artista cubana. Llevaban una vida muy intensa y ambos eran artistas de éxito. Hicieron su luna de miel en el Nilo, viajaron a distintos lugares del mundo y vivieron en Roma, donde tuvieron exposiciones y donde Ana Mendieta residió por temporadas desde 1983 hasta 1985, después de haber recibido una beca de la prestigiosa Academia de Roma. Se dice, además, que ambos artistas abusaban de las bebidas alcohólicas.

Ana Mendieta, Trasplante facial, Moustache (1972). 

Ana Mendieta, Trasplante de vello facial, 1972. Foto-Performance.

Ana Mendieta y Carl Andre. 


LA MUERTE DE ANA MENDIETA

La vida de Ana Mendieta acabó de forma trágica en 1985, con apenas 36 años de edad, al caer desde el piso 34 de un edificio de apartamentos en Manhattan, siendo el único testigo del suceso, su marido, el prestigioso artista Carl Andre, quien declaró durante el juicio que siguió a la muerte de Mendieta que esta había saltado desde una ventana en el transcurso de una acalorada discusión. El día del fallecimiento de Mendieta, su marido tenía arañazos frescos en la zona de la nariz y de la frente, y sus declaraciones a la policía contradijeron las que él mismo había dado a la operadora cuando llamó a 911 en el momento del trágico suceso. No hubo otros testigos y solo una persona en la calle oyó a una mujer gritar “No, no, no, no…” y el golpe seco de la caída del cuerpo de Mendieta en el tejado de una charcutería situada debajo del apartamento que compartía la pareja.

Carl Andre defendió su inocencia durante tres años y consiguió una fianza de su amigo y compañero Frank Stella por valor de un cuarto de millón de dólares y finalmente fue declarado inocente. Sin embargo, aún se están escribiendo artículos y libros que tratan de esclarecer este caso y que, a la vez, analizan la obra de la artista Ana Mendieta. 
En la madrugada del 8 de septiembre de 1985, el cuerpo de Ana Mendieta sería encontrado en la acera de Greenwich Village tras haber caído 34 pisos desde su apartamento. A pesar de haber sido declarado inocente, su esposo, el artista minimalista Carl Andre, sigue siendo el culpable para la familia de la artista y para muchos otros miembros de la comunidad del arte contemporáneo, aunque fue apoyado, por otro conjunto importante del gremio, como el artista Frank Stella, así como muchos ricos industriales y patronos de las artes que habían apostado por el trabajo de Andre a través de sus galerías y fundaciones.

Sin título (Body Tracks), 1974.

Durante el juicio, el mundo del arte demostró, una vez más, que el cinismo y el silencio es su aliado más grotesco y eficaz. Lawrence Weiner, conocido artista conceptual, fue quien proporcionó el abogado que terminó empañando la imagen de Ana MendietaLa crítica de arte Lucy Lippard, teóricamente “amiga” de Ana, no pudo acusarlo ante el tribunal. Y la galerista Paula Cooper parece haber reunido a todos los artistas que representaba para proponer este pacto de silencio. 
Por otro lado, en la defensa de Ana aparecieron los nombres de Nancy Espiral, Howardena Pindell y B. Ruby Rich, además de su amiga abogada Natália Delgado y su hermana Raquelin Mendieta. Así mismo, Tania Buguera y Coco Fusco explicaron el contexto de su país y algunos detalles en el juicio.

Carl Andre fue absuelto, y arrojada al vacío fue Ana Mendieta. 
Un triste y paradójico final para una artista que denunció la violencia contra las mujeres en muchos de sus trabajos y acciones.

En 1992 se concluyeron las obras de ampliación del Museo Guggenheim de Nueva York. Para inaugurar las nuevas salas, fue organizada una exposición colectiva con obras de Brancusi, Kandinsky, Joseph Beuys, Robert Ryman y Carl Andre. Al tratarse de una muestra integrada exclusivamente por hombres, en el último momento y por temor a las críticas, Louise Bourgeois fue incorporada a la nómina de artistas participantes.

Durante la gala del Museo Guggenheim en Soho, Nueva York, manifestantes feministas mostraban en sus pancartas una única consigna a todos los invitados que llegaban al recinto: ¿Where is Ana Mendieta? (¿Dónde está Ana Mendieta?). La frase no solo evocaba la prematura muerte de la artista cubano-estadounidense siete años antes bajo circunstancias que hasta nuestros días se mantienen borrosas, sino que criticaban enérgicamente la ausencia de mujeres artistas en las exposiciones más importantes de la franquicia artística. Todavía podemos notar un número mucho más reducido de exposiciones de artistas mujeres vivas que de hombres en la gran mayoría de museos y galerías alrededor del mundo. 

“Mi esposa es artista, y yo soy artista, y tuvimos una pelea sobre el hecho de que yo estaba, eh, más expuesto al público que ella. Y ella fue al dormitorio, y yo fui tras ella, y ella saltó por la ventana”. 

 “Soy un artista muy famoso y ella no lo era. Quizás eso le pudo y en ese sentido, quizás yo pude haberla matado”. 
La reacción del mundo del arte fue prácticamente unánime. Todos cerraron filas en favor de Andre sin mostrar el mínimo de duda. A ella se la tachó de loca, interpretando sus obras como las de una mujer obsesionada con el suicidio y traumatizada por su difícil infancia. La crítica tradicional analizó la obra de la artista desde una perspectiva patriarcal y etnocéntrica que la aislaba de su contexto. 
Los abogados de André estereotiparon y redujeron descaradamente a Mendieta a una “mujer latina de sangre caliente, tempestuosa, tempestuosa e incontrolable”. Incluso la compararon con una bruja. ¿El motivo? Su interés por la Santería, religión de origen yoruba presente en Cuba, su país de nacimiento. El desconocimiento y la falta de respeto fueron impactantes: Ana tiene una obra llamada “Yemaya” que fue mencionada en el juicio, cuando los abogados insinuaron que el orixá “vuela” el 7 de septiembre y que Ana habría saltado el 8 de septiembre como una especie de homenaje o ritual. ¡Iemanjá no vuela! Y el 7 de septiembre es solo una fecha para celebrarlo en Cuba.

 Ana Mendieta Encantamiento a Olokun Yemayá.

Ana Mendieta, La Noche, Yemayá, Tarjeta, Franklin Furnace, 1978.

El 24 de junio, a las 5:30 de la tarde, un grupo de mujeres pertenecientes a la Women´s Action Coalition (WAC) y al colectivo de las Guerrilla Girls empezaron a congregarse en el exterior del museo. La protesta ante el Guggenheim tenía un claro objetivo: denunciar los mecanismos de la institución artística para legitimar a determinados artistas y la escasa presencia de mujeres en los museos y centros de arte. Algunas de las más de quinientas manifestantes lucían en sus rostros máscaras de gorila; otras, bolsas de papel sobre la cabeza con frases y lemas reivindicativos y entre las numerosas pancartas destacaba una en la que podía leerse “Carl Andre está en el Guggenheim. ¿Dónde está Ana Mendieta?”

WAC y las Guerrilla Girls afuera del Museo Guggenheim, 1992.

En la actualidad, grupos de mujeres se siguen reuniendo para protestar por el asesinato que quedó impune en el mundo del arte. 


Andre vivió absuelto, libre y encumbrado por el arte.
Mendieta asesinada, excluida y marginada.

Frame del documental W.A.R. 


DECLARACIÓN DE ARTISTA

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